Aquel enero fue un sueño,
aquel lunes no fue desierto.
Aquella tarde no te busqué,
pero logré encontrarte…
Aquella vez…
Ese día no te imaginé,
caminaba tembloroso
y miraba precavido por si caían sueños…
Aquel enero,
ese verano inacabable,
esa hora oportuna. Y tú.
Y yo.
Un mendrugo con papel y pluma sin tinta.
Un viaje, con tus ojos de único destino.
Y tú.
Media vida anhelando ese sueño,
esa sonrisa al pronunciarte,
mis siete de la mañana más un te amo.
Mi tú. Mi enero, aquella tarde de lunes,
aquella confesión a través de una ventana virtual…
Aquel enero, mi sueño….
01/28/09
miércoles, enero 28, 2009
sábado, enero 17, 2009
Sueño perdido...
Yo era un tipo valiente,
un púber de semblanzas y sonidos…
Caminaba en medio del tránsito sin mirar atrás
y abatía bichos en esta gran ciudad serpiente…
Era perfecto todo,
la calle donde vivíamos,
la vez que la conocí,
las cosas que hicimos frenéticamente…
Yo era un tipo muy bravo,
un mendrugo con papel y pluma sin tinta de aliciente…
El alible de esos labios frescos
un zahorí de un alma sin sueños...
Era claridad su sonrisa.
Mis siete de la mañana,
más un te amo cada día…
Mi cena bajo la luna cada catorce…
Y ahora…
Ahora cada mañana vuelan sombras en el balcón.
El destino corre ausente,
y mis oídos se aferran a memorias rotas…
Y no era sensato,
intentaba cobrarme esas noches ajenas,
intentaba callar y correr.
Anhelaba encontrar sus ojos anónimos,
seguir siendo su confidente,
pero cada día despertaba…
En la radio daban la fecha;
y moribundo en esta hora incierta
vuelvo la mirada hacia la cama.
No encuentro más que el frío de su recuerdo,
el vacío que dejó hace seis meses,
nuestro sueño perdido…
Yo era un tipo valiente,
un tipo muy bravo
que ahora ya de corroída letra
ve más distante aquel sueño perdido…
nuestro sueño…
un púber de semblanzas y sonidos…
Caminaba en medio del tránsito sin mirar atrás
y abatía bichos en esta gran ciudad serpiente…
Era perfecto todo,
la calle donde vivíamos,
la vez que la conocí,
las cosas que hicimos frenéticamente…
Yo era un tipo muy bravo,
un mendrugo con papel y pluma sin tinta de aliciente…
El alible de esos labios frescos
un zahorí de un alma sin sueños...
Era claridad su sonrisa.
Mis siete de la mañana,
más un te amo cada día…
Mi cena bajo la luna cada catorce…
Y ahora…
Ahora cada mañana vuelan sombras en el balcón.
El destino corre ausente,
y mis oídos se aferran a memorias rotas…
Y no era sensato,
intentaba cobrarme esas noches ajenas,
intentaba callar y correr.
Anhelaba encontrar sus ojos anónimos,
seguir siendo su confidente,
pero cada día despertaba…
En la radio daban la fecha;
y moribundo en esta hora incierta
vuelvo la mirada hacia la cama.
No encuentro más que el frío de su recuerdo,
el vacío que dejó hace seis meses,
nuestro sueño perdido…
Yo era un tipo valiente,
un tipo muy bravo
que ahora ya de corroída letra
ve más distante aquel sueño perdido…
nuestro sueño…
01-15-09
Suscribirse a:
Entradas (Atom)