él caminaba por la vereda del frente,
pensando en el cielo, en el quizá decirle, en ella.
El tiempo no perdonaba y apuraba al minutero a girar,
y en medio se oían a hojas y flores revolotear,
al viento soplar y rozar ambos labios.
cayó un silencio nocturno,
las hojas y flores dejaron de revolotear,
el ruido de la ciudad se calmó
y las encendidas luces bajaron su brillar.
Él se acercó a ella,
ella tenía la mirada en el piso, triste.
Él pensó hablarle y decirle todo,
ella pensó terminar todo.
Y de pronto ella soltó una lágrima,
él se preocupó y le extendió la mano,ella volteo a mirarlo
y otra lágrima más cayó.
Y él le dijo:
- No vuelvas a alejarte de mí.Mi mundo es nada sin ti.
Y ella lo besó.
10/25/12