Los deseos le pertenecen al tiempo,
el tiempo es relativo a cada letra y gesto que ocurre,
y las gentes...
las gentes son faroles puestos en el destino...
Y estás aquí, entre tiempo y destino
escribiendo media vida encontrada
diciendo: -Amor estás aquí, conmigo.
Y nada se ha perdido,
ni las risas, ni los gritos, ni los deseos
nada se pierde con el viento...nada...
Y así, el tiempo, el destino, el viento
siguen aquí...
ya de otras caras,
pero dormidos en uno...
Y entonces tú...
tu mirada me enamora,
tus labios me matan
y tú, otra vez estás en mí...
tú...una vez más...
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