Hace un tiempo atrás algún día me dije:
-Cuando me vuelva a enamorar
en una mano con la palma cerrada
llevaré a mis sentimientos
y en la otra mano con la palma abierta
llevaré a mi razón.
Pretendí cumplir lo que alguna vez dije
y me esforcé para ello,
sin embargo no pude cumplir aquello...
Cuando te conocí,
poco tiempo después
mis sentimientos se escurrieron de mi puño
y con sutileza me fueron enamorando más de ti...
No pude evitar quererte, no pude evitar decírtelo,
mi razón se olvidó de mí, mi sentir me sonrió
y otra vez quedé de pie, desterrado,
pensando en ti...
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