Ya ha sido casi media vida adversa,
han pasado dieciocho inviernos desde entonces...
y aún recuerdo la última vez que te ví,
acostada en esta cama
tus ojos apagados,
tus labios inertes
nuestra hija en mis brazos
sin siquiera entender lo que estaba ocurriendo
y yo, hecho una ruina donde antes soñamos...
Tus manos estaban frías
y mi alma despedazándose...
Nuestras calles vestían luto
y cada huella nuestra se ponía de pie...
Era extraño verte así,
tan cerca y ya tan lejos
Nuestra pequeña creía que tan solo dormías
-A que hora despertarás?. Preguntaba.
Quería darte un beso,
que le perdonaras la última travesura que había hecho
y que jugaras con ella...
Mi corazón despedazándose...
solamente dolor, únicamente vacío...
Ya mis lágrimas me eran inútiles,
nuestro cielo no podía hacer nada
y ya solo quedábamos dos...
ya sin tu voz en la casa,
ya sin esos domingos en que contemplando me sentaba
para verlas jugar,
ya sin tu sonrisa, si tus labios,
ya sin ti...
11-30-04
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