No digas no.
No inventes palabras donde no hay excusas.
Sé que lo que dicen tus labios
no es lo que dicen tus ojos...
¿Recuerdas aquella tarde?
Mis anhelos se fundieron con los tuyos,
mis manos temblorosas rozaban tu mejilla
y a pesar de un tiempo disidente
nuestras miradas seguían de pie.
Nunca fue fácil estar así,
tu ahí, consumida en tu mundo
y yo aquí, intentando salvarte,
a veces juntos proclamándonos ausencia.
No pudieron nuestras manos entrelazarse
el egoísmo ajeno pudo más que tú o yo,
los abrazos fueron desvaneciéndose
y tus besos y mis latidos se me fueron apagando de la piel...
Y aunque en esto entregaste el alma y yo la vida
el tiempo ya se nos fue.
El viento borró el recuerdo de las calles
y tu entendiste lo que por fin yo no quise entender...
No digas más...
el frió secará tus lágrimas,
la noche está estrellada
y tú ni yo
estuvimos aquí...
10-14-05
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